Voy a relatar una serie de vivencias recientes, al entrar a varias redes y chats que me llegan al teléfono, computadora y otros dispositivos a los que soy adicto, ni modo.En el primero sale el ingeniero Carlos Slim comentando un milagroso producto para eliminar una enfermedad muy generalizada en muchos países. Antes viene un afamado comentarista que presenta al magnate y asegura que esta invención, fabricada en México, es una maravilla. Termina con la venta a unos módicos cientos de pesos, o su devolución total. Ya perdí minutos viendo este infomercial.En otro ejemplo, sale otro afamado comentarista que invita al señor Slim para que nos platique cómo hacerse rico en varias semanas con una mínima inversión, y ¡atender su llamado antes de que prohíban los bancos su difusión!Ultimo ejemplo (de muchos que salen en estas dichosas redes, quieras o no: lindas chicas millonarias de tu colonia (previo algoritmo localizador de donde estás en ese momento) que te invitan a ganar miles de pesos semanales, por un trabajo de horas, previa inversión, por supuesto. Y así es el bombardeo diario si estás en línea.La primera pregunta es: ¿quién revisa y aprueba estas noticias o reportajes embozados? Son productos o servicios legales, y ¿los personajes que los promueven en verdad son ellos, o son de la temible “inteligencia artificial” cada vez más poderosa? No lo sé, pero cada vez estoy más preocupado.Ya cayeron conocidos y asesorados míos en esquemas fraudulentos, con tintes de legalidad o verdaderos, pero que, al final, son un robo: las famosas criptomonedas se presentan en múltiples anuncios y los que están promoviendo están basados en instituciones extranjeras que existen y están trabajando, pero, los fondos que invierten los ilusos que sueñan por ser millonarios se van a cuentas… de los defraudadores y jamás van a recuperar su inversión ni mucho menos los cientos de miles de dólares que, creen, vale a ahora su inversión.Siempre ha habido, en todo el mundo, vivales que hacen su dinero estafado gente o robándoles (Maddoff, Stanford, varias cajas o fondos de ahorro y de pensiones) y las víctimas se dan por miles. El refrán if it is too good to be true, forget it and run (Si lo que te ofrecen es demasiado bueno para ser verdad, corre a salvarte).Lo más peligroso es el envoltorio de estos infomerciales: la realidad virtual es asombrosa, los efectos de estos esquemas, bellas y seductoras jóvenes, galanes en sus coches deportivos, etcétera, te hacen pensar en grandes remedios a tu golpeada economía, a la salud y a muchos males. Te venden ilusiones programadas cuidadosamente a tus debilidades. Todo un mecanismo tecnológico que, indudablemente va a crecer. Y no se les olviden los hackers y demás pillos que te causan mil problemas si entran a tus sistemas.¿Qué hacer?Como no soy un experto, sino un simple usuario, es, en primer lugar, sospechas la validez de esto, y si se puede verificar, sin entrar a la página web, si son reales o no los comerciales y sospechar que hay gato encerrado en cada oferta que venga de lugares desconocidos. Si es posible, buscar la intervención de personas vivas, en instituciones reconocidas, con lugares físicos a visitar primero y, estar muy atento a todos los chismes y noticias de sus amistades y sus experiencias antes de entrar a estos esquemas.Aclaro, llevo varias décadas que uso la red para mis escritos, el trabajo de asesor y múltiples contactos y transacciones. He tenido pocos contratiempos, pero esto se va a empeorar. Tengan cuidado y sentido común, amigos. Consultas: 5519929283Salo Grabinsky
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